Las algas que han venido para quedarse: los nuevos superalimentos

Naturoterapeuta, escritora y divulgadora, Josefina Llargués acaba de publicar nuevo libro "La farmacia del mar" (Ed. Integral) en el que nos descubre cómo las algas y el agua de mar podrían ser los mayores tesoros terapéuticos que tenemos.

Los numerosos estudios científicos consultados evidencian que estos organismos humildes, que bailan al ritmo del oleaje de mares y océanos, son parte inseparable del origen de la vida y un soporte vital para el ecosistema marino y para el planeta.

Nos suministran, entre otros, minerales y oligoelementos en mayor proporción que las plantas terrestres de cultivo intensivo; proteínas, vitaminas, ácidos grasos poliinsaturados, polifenoles, pigmentos… así como una interesante cantidad de fibra dietética con actividad prebiótica.

Al mismo tiempo, las algas marinas nos aportan ciertos compuestos específicos, como el ácido algínico, con un gran potencial terapéutico y con capacidad para regular el pH del organismo y neutralizar toxinas, dioxinas y metales pesados; o el fucoidano y el laminarano, considerados los principales polisacáridos sulfatados de las algas pardas, a los que la ciencia atribuye actividad inmunomoduladora, antiinflamatoria, antiviral, antialérgica, antioxidante e inhibidora del crecimiento de células tumorales en ciertos tipos de cáncer.

La kombu, una de las más populares, ¿qué nos aporta?
–La kombu, además de su interesante contenido en nutrientes y fibra dietética que regula el tránsito intestinal y promueve una microbiota saludable, es una buena fuente de ácido algínico, que depura y tonifica los intestinos y promueve la eliminación de metales pesados del organismo; ideal para quienes vivimos en ciudades con un considerable grado de contaminación ambiental.

En la cocina, añadida a la cocción de legumbres, además de enriquecerlas desde el punto de vista nutricional, está especialmente indicada para ablandarlas y facilitar su digestión.En general el consumo de algas marinas, en la cantidad adecuada, no tiene ningún tipo de contraindicación. No obstante, aún siendo un pequeño tesoro para la salud, por su riqueza en yodo, indispensable para la formación de hormonas tiroideas y para que el organismo pueda realizar determinadas funciones metabólicas y fisiológicas esenciales, las personas que tengan un problema de tiroides, especialmente si están tomando medicación, deben consultarlo con su médico antes de introducirlas de forma regular en su alimentación.

En general el consumo de algas marinas, en la cantidad adecuada, no tiene ningún tipo de contraindicación. No obstante, aún siendo un pequeño tesoro para la salud, por su riqueza en yodo, indispensable para la formación de hormonas tiroideas y para que el organismo pueda realizar determinadas funciones metabólicas y fisiológicas esenciales, las personas que tengan un problema de tiroides, especialmente si están tomando medicación, deben consultarlo con su médico antes de introducirlas de forma regular en su alimentación.Según datos del Korean National Health and Nutrition Survey, el consumo de yodo procedente de las algas marinas en Japón es el más alto del mundo. Sin embargo, en las culturas asiáticas las algas se cocinan o se sirven normalmente con brócoli, col, coliflor, bok choi ….; verduras con contrastadas propiedades beneficiosas para la salud y, al mismo tiempo, altas en goitrógenos (compuestos naturales que pueden inhibir la absorción y la utilización del yodo). Por otra parte, la cocción afecta también al contenido final de yodo de la receta. A modo de ejemplo, el yodo presente en el alga kombu, una de las más ricas en este oligoelemento, puede perderse hasta un 99% después de hervirla 15 minutos, aunque el alga conserva el resto de propiedades.

 

 

 

 

 

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